Tenía que ser un 13, eso por encima de todo.
César y Sonia decidieron casarse hace aproximadamente un año. Sacaron la agenda, y de todo el 2015 solo 2 sábados eran día 13, febrero y junio. Como para febrero quedaban a penas un par de meses (y eso si que hubiese sido organización express) se decidieron por el 13 de junio. Y así, sin pensarlo ni un segundo más, nos llamaron.
La primera reunión con ellos es de esas que no olvidaremos nunca. Muchas risas, empezar a imaginar la boda, más risas y una botella de vino tinto que supo a poco. Ese podría ser el resumen. Y en esa línea han sido todas las demás... Son una pareja divertida, "con guasa", muy querida por toda su gente y eso se reflejó en los preparativos y en la boda.
La boda de Sonia y César ha sido de esas de las que ahora recordamos y nos reímos, pero... ¡Cómo trabajamos! La lluvia nos obligó a poner todo el Plan B en marcha (preparado por si llovía) e incluso algunas cosas del Plan C (por si diluviaba).
Sí, sí... ahora nos reímos. La verdad es que es de esos eventos que te hacen sufrir, pero lo salvamos todo, y lo más importante es que la lluvia no empañó lo más mínimo el "FIESTÓN" que se montó.
El primer paso que dimos fue buscar un espacio para ellos. A pocos meses y con una boda de más de 300 invitados no era tarea fácil, pero después de estudiar las posibilidades, nos quedamos con Villa del Mar. Un antigua villa del paseo de Benicàssim, recientemente abierta como restaurante, y con un encanto especial. En la terraza principal, y frente al mar se sirvió el aperitivo, en la pinada trasera se planteo el almuerzo y la fiesta con música en directo, y el resopón (o recena) y la fiesta con dj en el interior de la villa. Fue todo un reto, para todos, pues no es un espacio que asuma eventos de este tamaño de forma habitual, así que hubo trabajo extra de alquiler de mobiliario, mantelerías, vajillas... con todo lo que esto supone a nivel montaje.
Una vez elegido el espacio, y dado que los novios se sienten muy mediterráneos, decidimos que el mar y su gama cromática iban a ser protagonistas. Por ello, los azules y arenas predominaban en general. De hecho fue lo que definió la línea de diseño gráfico de la boda, pero eso mejor os lo contamos en otro post. También nos sirvió de inspiración para crear un seating muy especial, con barcos hechos a mano, donde cada uno era una mesa, y en su vela aparecían los nombres de quien iba en ella. Hechos con cariño, y de forma artesana, quedaron realmente bonitos.
A la línea mediterránea le sumamos un toque del caribe, por el amor al buen ron que le tienen los novios (en especial César), y por que su viaje de novios tenía como destino Cuba. Esto se plasmó en la decoración de la barra libre que había en la fiesta, para la que preparamos "la bodeguita del ron".
Como os decíamos la intensa lluvia de los días previos a la boda nos hizo cambiar de planes. El almuerzo estaba previsto al aire libre, pero el plan B incluía montaje de carpa si llovía, y el plan C montaje de tarima por si el suelo estaba impracticable. Así que como veréis en las fotos, fueron necesarios ambos. Esto hizo que reubicaramos prácticamente todo! Cambiamos la disposición de las mesas; la ubicación de la barra libre (que en principio iba en un chiringuito que hay, y finalmente montamos una barra dentro de la carpa recolocando la decoración de "la bodeguita" en la palmera más cercana); cambiamos el seating de lugar, ya que iba en medio del paseo marítimo y se montó en una de las preciosas rejas de un ventanal de la villa; también reubicamos el escenario para el grupo, teniendo que montar unas jaimas anexas... en fin.. que fueron muchos cambios, pero lo importante es que nada empañó la fiesta.
Grandes éxitos de la boda fueron sin duda el photocall y la música en directo. Como nos encantó el coche que los novios habían elegido para ellos, les propusimos utilizarlo también como photocall, así que una vez llegaron ellos, durante el aperitivo lo entramos por la puerta trasera y lo montamos con divertidos abalorios al más puro estilo cubano: maracas, piñas, cocos, sombreros de paja... Y la verdad es que fue una gozada ver como gente de todas las edades pasaba, se montaba en él y posaba de forma divertida.
Y por otro lado la música en vivo. Los makis, son un grupo (archi conocido en la provincia de Castellón) que cantan rumbas y sevillanas y versionan temas de moda con un toque aflamencado. Pero lo mejor de ellos es su "buen rollito". Allá donde van a actuar, les acaban adorando, y es que son cuatro fichas que se ganan a todo el público. Con Sonia y César les une ya una amistad de hace tiempo, y estaba claro que no podían faltar en un día tan señalado para ellos. Es una pena que por derechos no podamos mostrar fotos de la fiesta, porque os aseguramos que era todo un fiestón!
Los novios, como podéis ver, además de pasarlo en grande, estaban radiantes! César con chaqué de Scalpers, y Sonia con vestidazo de nuestro diseñador de cabecera de Castellón, Higinio Mateu. Que como siempre no podemos más que darle la enhorabuena, porque novia que viste, novia que acierta. Parece que las conoce tanto, que les clava el estilo a cada una de ellas. Además llevaba diadema de L'espill de la novia, que utilizó de tocado para sujetar su velo en la ceremonia y para la fiesta se la cambio a corona. Con ese toque un poco desenfadado (y despeinado) que la caracteriza, estaba guapísima!
Esperamos que os guste,
*Paula Izquierdo
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En esta foto la novia con Noelia Samblás, una de nuestras novias 2014 (aquí podéis ver un rincón con súper poderes que le preparamos); y con Hector Samblás, diseñador con un futuro muy prometedor.
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Organización y Decoración: El lazo azul
Espacio: Villa del Mar, Benicàssim
Flores en la iglesia y ramo de la novia: DecorCeramica
Flores en Villa del Mar: La Rosa Blanca
Vestido novia: Higinio Mateu
Fotos: Foto-futur
¿Os casáis? ¿Estáis organizando vuestra boda?
Si queréis una boda tan divertida y andáis un poco perdidos, os podemos echar una mano.
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